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ENTREVISTA
"Un investigador debe ser soñador, idealista y perseverar en la búsqueda de conocimientos"
El Instituto de Química Aplicada del Litoral (IQAL) es la Unidad Ejecutora número 15 que se integra al Centro Científico Tecnológico CONICET Santa Fe.
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Nacido en Rafaela (Sta. Fe), es doctor en Ingeniería*, Investigador Superior del CONICET en el PRELINE/FIQ-UNL y Profesor Titular -por concurso- de la UNL. Hoy, asumió la Dirección de este Instituto de reciente creación, una de las 13 unidades ejecutoras del CCT CONICET Santa Fe de doble dependencia CONICET-UNL.
¿Cuánto tiempo lleva trabajando en el sistema CONICET-UNL?
Debo decir que mucho. En 1984, ya como Investigador Asistente, retorné a Santa Fe luego de mi estadía como becario del CONICET en el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), en La Plata. Desde ese año y hasta la fecha, mi lugar de trabajo fue y continúa siendo el PRELINE (Programa de Electroquímica Aplicada e Ingeniería Electroquímica), en la Facultad de Ingeniería Química (FIQ), donde he realizado toda mi carrera académica, tanto en docencia como en investigación.
¿Cuál es su actividad de investigación en electroquímica?
La electroquímica es una rama de la química que estudia los procesos involucrados en la transformación de sustancias a través de la transferencia de electrones entre un metal y una solución electrolítica (reacciones electroquímicas). Este fenómeno puede ser aprovechado para producir compuestos químicos a través de lo que se conoce como electrólisis. Para esto se requiere imponer una corriente eléctrica, que implica un consumo de energía eléctrica que se almacena como energía química. También se da el caso inverso, cuando el consumo espontáneo de sustancias genera una corriente eléctrica (batería, celda de combustible), es decir que la energía química almacenada en las sustancias reaccionantes son convertidas en energía eléctrica a través de las reacciones electroquímicas. La más cercana a nuestra actividad es esta última, almacenamiento y conversión de energía, que sucintamente consiste en almacenar electrones a través de una reacción electroquímica y liberarlos cuando se requiera en forma de corriente eléctrica en una batería o una celda de combustible. En este último caso se dispone de una fuente de energía limpia y fácil de usar. Nosotros nos dedicamos a estudiar los mecanismos de las reacciones de oxidación electroquímica de compuestos simples (hidrógeno, monóxido de carbono, alcoholes, etc.) de interés en celdas de combustible que operan a baja temperatura, buscando comprender los factores que regulan la velocidad de reacción, que es la esencia de la electrocatálisis.
Con relación al Instituto que dirige desde hoy, ¿en qué ideas fundamentales se enmarca la creación del IQAL?
No tengo la menor duda que uno de los mayores capitales de un país es su capacidad para crear y desarrollar nuevos conocimientos. Para ello se requiere de individuos pensantes, con una fuerte vocación creativa, autocríticos, que tengan la aptitud y el interés por adquirir nuevos saberes y perfeccionar los existentes en pos de mejorar la calidad de vida de las personas. El lugar natural para realizar esta actividad es una institución que reúna investigadores vinculados por una temática científica común en un ambiente de trabajo creativo, que permita el intercambio y discusión de conceptos, proyectos e ideas y facilite la difusión de conocimientos. En el marco del sistema organizativo de las actividades científicas en nuestro país, el lugar más apropiado es un instituto de investigaciones de doble dependencia CONICET- Universidad.
Con la experiencia personal de haber desarrollado toda mi carrera científica fuera de una unidad ejecutora dependiente de CONICET, y si bien siempre hemos contado con el apoyo de la FIQ y de la UNL, tengo claro que un instituto de estas características es el ambiente ideal para desarrollar actividades científicas. Por ello es que he aceptado el desafío de poner en marcha el IQAL, con la colaboración de todos los grupos involucrados, fundamentalmente para que los discípulos que hemos formado y estamos formando puedan desarrollar su tarea en las mejores condiciones. Y también porque, en resumen, los adelantos de la ciencia y la técnica se deben a la investigación, la cual es incesante y da lugar permanentemente a nuevos conocimientos, por lo que requieren de recursos humanos calificados para comprenderlos, interpretarlos, perfeccionarlos y aplicarlos.
¿Cuáles son los grupos a los que hace referencia?
El IQAL se crea como consecuencia de un proceso de nucleación de diferentes grupos localizados en la FIQ (UNL) que además de la actividad docente se han dedicado a la investigación en diversas ramas de la Química (Síntesis Orgánica, Fisicoquímica Orgánica, Electrocatálisis, Electroquímica Básica, Química Analítica y Química Teórica), donde todos ellos cuentan con una larga trayectoria en su especialidad y han mostrado un crecimiento sostenido a lo largo de los años. Todos ellos constituyen la base fundacional del IQAL.
¿Cuáles son algunos de sus rasgos distintivos?
Es un instituto de investigaciones en el campo de la Química, cuyas actividades, más allá de la búsqueda de nuevos conocimientos, tienen como consecuencia directa un efecto de “derrame” tanto en el área académica como en la sociedad. Académicamente, por estar inserto en la UNL, en particular en la FIQ que nos cobija y que es el ámbito donde crecimos y nos desarrollamos, donde todos ejercemos la docencia, donde la interacción con los alumnos jerarquiza la enseñanza y estimula su interés en las ciencias químicas. En la sociedad, que es la que finalmente recoge el producto de nuestro trabajo, a través de los recursos calificados que se forman, por los saberes que se aportan, por la atención a problemas que por su naturaleza, especificidad o nivel de equipamiento superan las posibilidades de los profesionales de la especialidad.
¿Qué planes ha previsto para el Instituto?
En primer lugar, la prioridad inicial es la puesta en marcha del Instituto, lo que implica una cantidad importante de actos administrativos y de organización interna. Luego, espero tener la posibilidad de plasmar mis convicciones en cuanto a lo que considero que deberían ser las funciones principales del instituto. Por un lado, potenciar y promover la interacción entre los diferentes grupos de investigación que confluyeron en la creación del IQAL para lograr los siguientes objetivos:
- Crear un ámbito de discusión científica donde prevalezca la vocación por la búsqueda de nuevos conocimientos, por aprender todos los días disfrutando de los pequeños logros que se van obteniendo, donde la publicación científica sea la consecuencia natural de nuestra actividad de investigación y no nuestro objetivo primario.
- Promover proyectos que conduzcan al crecimiento de la infraestructura y equipamiento avanzado del instituto, requerido para responder a la demanda creciente de las actividades de investigación y desarrollo.
- Formar recursos humanos altamente calificados en todos los niveles, con espíritu creativo, dispuestos a aceptar el desafío de abordar temas complejos y perseverar hasta resolverlos.
Por otro lado, mantener e incrementar vínculos a través de colaboraciones con reconocidos grupos de investigación tanto nacionales como internacionales, aspectos fundamentales para crecer y avanzar en el desarrollo de nuevos conocimientos.
¿Cómo vislumbra el futuro de la institución?
Me gustaría que, transcurridos los años, el IQAL alcanzara un estatus de reconocimiento nacional e internacional por su actividad de investigación. Obviamente, ello depende de que cada uno de nosotros le dediquemos nuestro mayor entusiasmo, esfuerzo y perseverancia al trabajo que estemos desarrollando. Sé que habrá momentos de desazón, que habrá que afrontar problemas diversos, algunos de ellos de carácter burocrático, cuya lógica resulta a veces incomprensible, pero que deberemos superar con la colaboración de todos. En cuanto a la actividad de investigación, que es la razón de ser del Instituto, requiere de paciencia y perseverancia, de saber que, como sabiamente lo expresó el Dr. Luis Leloir a través de una frase que no me canso de repetir en mi laboratorio: “El éxito final es el resultado del fracaso diario”, o una variante personal, más directamente relacionada con mi experiencia, que dice que “cuando todo funciona bien durante una semana hay algo que está mal”. Debemos ser conscientes de que el mayor capital de un Instituto es el ser reconocido por la excelencia de sus contribuciones y ello se construye día a día, trabajando con seriedad y responsabilidad.
En el plano personal, ¿cómo recibe esta designación?
Podría comenzar a contestar esta pregunta con una anécdota. Hace un tiempo, escuchando a colegas más jóvenes comentar acerca de su presentación a concursos docentes y/o solicitud de promoción en la carrera del investigador del CONICET, pensé para mis adentros que ya no tendría que pasar por esas instancias. No había previsto que un proceso de nucleación entre diferentes grupos de investigación localizados en la FIQ conduciría a la creación del IQAL y que me presentaría al concurso para cubrir el cargo de Director. Asumiendo este hecho, no puedo dejar de recordar mis inicios, cuando recién graduado de ingeniero, el profesor titular de Fisicoquímica de la FIQ, Ing. Eduardo Lombardo, promovió mi estadía de posgrado como becario del CONICET en el INIFTA; mis largas charlas y discusiones de Electrocatálisis con mis directores de beca, los Dres. Alejandro Arvía y Walter Triaca, al igual que con mis compañeros del laboratorio 406 N y otros prestigiosos investigadores del INIFTA con quienes me formé. Desde mi retorno a la FIQ he transitado un largo camino tanto en docencia como en investigación, que incluye también actividades de gestión. Entre ellos la dirección del PRELINE, la presidencia de la Asociación Argentina de Investigación Fisicoquímica (AAIFQ), la dirección del Departamento de Química de la FIQ, etc. En este contexto culmino mi carrera con la dirección del IQAL, la que asumo como un compromiso para con mis colegas más jóvenes. A ellos les prometo que haré mi mejor esfuerzo para llevar a cabo la organización del IQAL, a la vez que trataré de transmitir los valores que considero que debe tener un investigador científico, una persona soñadora, idealista y perseverante en la búsqueda de nuevos conocimientos.
(*) Universidad Nacional de La Plata.
Entrevistó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/CONICET Santa Fe).