CCT

Nuevo director del CONICET Santa Fe

El Consejo Directivo ha acordado por unanimidad proponer como Vicedirector al Dr. Pablo Collins ad referéndum del Directorio de CONICET.


Foto: Alberto Perezlindo (CONICET Santa Fe)

 

A partir del 1 de septiembre, el Dr. Ulises Sedran es el nuevo director del CONICET Santa Fe. Santafesino, doctor en ingeniería química, es investigador principal del CONICET y docente en la UNL. En 2013, asumió como director del Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica “Ing. José Miguel Parera” (INCAPE) de nuestra ciudad. Es el tercer director desde la creación del Centro Científico Tecnológico (CCT). Asimismo, el Consejo Directivo del organismo ha acordado, por unanimidad, proponer como Vicedirector al Dr. Pablo Collins (actualmente a cargo del INALI) ad referéndum del Directorio de CONICET.

Hoy, ¿cómo se encuentra el CONICET Santa Fe?

La misión del CCT es apoyar la actividad de sus Institutos, que son catorce con el que acaba de crearse, lo que obliga a observar cuidadosamente cómo está preparado para esa misión. En las áreas de recursos humanos, equipamiento, servicios e infraestructura se encuentra un panorama quizás no del todo equilibrado. Sobre el equipamiento de alta complejidad, de elevado costo, el paso del tiempo causa un impacto muy negativo y, por distintas causas, la falta de renovación es apreciable. No obstante, hay incorporación de equipos nuevos, o compras iniciadas, pero se necesita una mayor inversión. Ese es uno de los temas que demandará atención, seguramente bajo proyectos asociativos. En RR.HH., la política de CONICET es más bien “conservadora”, no hay incorporación importante de personal técnico de apoyo y por eso habrá que optimizar los servicios actuales para que puedan ofrecerse a través de un enfoque eficiente.

¿Cuáles serán sus acciones iniciales?

Poner en marcha el plan de mejora institucional, luego de una autoevaluación y evaluación externa promovidas por el MINCYT. El CCT elaboró, con el aval de todos los institutos, un plan que reconoció puntos débiles, potencial de crecimiento, rubros perfectibles, etc., para mejorar institucionalmente. Pero se necesita invertir cerca de U$S 800 mil, y CONICET debe obrar para que se ejecute. También reforzaré las acciones de la Oficina de Vinculación Tecnológica ya que su actividad se vuelca de inmediato sobre la comunidad. Y analizaré la situación de los investigadores de CONICET “sueltos”, que no están dentro de un Instituto. Últimamente, esto ha mejorado; se crearon el IHUCSO Litoral y el de Química Aplicada, pero queda un 10% del total de investigadores de la región que no están en Institutos. No está obligado a hacerlo, pero una forma de acceder mejor a los beneficios del CCT y su infraestructura es tener a esos científicos realmente incorporados.

¿Cómo será su relación con la comunidad científica?

Mantendré mi vinculación como par e incorporaré mi nueva función de director. Espero hacer más productiva la relación CCT-universidades locales dado que son los organismos-madre de los Institutos, con muchísimos puntos en común aparte de la investigación tales como formación a nivel terciario, doctorados, y manejo, crecimiento y organización del PTLC, entre otros.

¿Qué mensaje desea enviar a la sociedad?

Aunque no se perciba de un modo directo, el trabajo de los científicos se revierte a favor del medio social. En el caso del CCT hay muchos ejemplos: desarrollos biotecnológicos, apoyo a empresas productivas, desarrollos para cuidado ambiental, sostén analítico a organismos, empresas, y ciudadanos, formación de recursos humanos de alto nivel, etc. Luego, mi mensaje es: “Somos parte de la sociedad, trabajamos para ella y queremos que se sepa claramente qué hacemos y qué más podemos hacer en su beneficio”.

¿Cuál es su trayectoria en el CONICET?

Comencé como becario en INCAPE en 1981, me doctoré en Ing. Química en 1985, y en 1987 ingresé como investigador. Hice una estadía posdoctoral en la Universidad de Western Ontario (Canadá) y volví al Instituto en 1991. En el INCAPE trabajamos en procesos catalíticos -un catalizador incrementa la velocidad de reacción química y la hace factible a niveles productivos- de un modo integral, y sobre todo en su aplicación en industrias de todo tipo.

Entrevistó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/CONICET Santa Fe).