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IHUCSO Litoral
Crisis en el sistema científico argentino
El impacto del desfinanciamiento del gobierno nacional en materia de ciencia y tecnología. El desprestigio mediático a las Ciencias Sociales como mecanismo de desacreditación para llevar a cabo las políticas de ajuste. Adriana Gonzalo, directora del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales del Litoral (IHUCSO), investigadores y becarios opinaron sobre la problemática.
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La situación económica y política actual de crisis está golpeando de lleno al sistema científico nacional, con un presupuesto deliberadamente reducido, sin nuevas convocatorias para proyectos de investigación y con recortes en becas doctorales y posdoctorales. Además, se suma el desprestigio mediático a las Ciencias Sociales y a las ciencias en general como mecanismo de desacreditación para llevar a cabo las políticas de ajuste. Adriana Gonzalo, directora del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales del Litoral (IHUCSO), investigadora del CONICET y docente FHUC-UNL, comentó sobre la situación. Además, investigadores y becarios se sumaron a hablar de la problemática.
El IHUCSO, al ser un Instituto de doble dependencia (CONICET-UNL), recibe fondos de ambas unidades y eso, según su directora, Adriana Gonzalo, es una ventaja. Sin embargo, aseguró que la visión que se tiene dentro del CONICET sobre las políticas actuales relacionadas a la ciencia y la tecnología es negativa: “No hay ningún indicio para ser positivos u optimistas. Este año cerraron las convocatorias de ingreso a la carrera, desaparecieron las becas de los Proyectos de Unidad Ejecutora (PUE) y finalmente, en esta última etapa, cortaron el financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Técnica a los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT). No hay certezas con respecto a los que fueron presentados en la convocatoria 2022 y los de 2023 ya no tienen ninguna chance de ser ejecutados. Además, no habrá convocatorias para este año”.
Con respecto a la actual campaña de desprestigio de las Ciencias Sociales por parte del Gobierno Nacional, Adriana Gonzalo expresó: “Todo esto empezó el año pasado, con la tergiversación de la investigación realizada por Facundo Saxe «El ano y la cava de Batman, apuntes para una investigación sobre archivos de odio y borramientos de la disidencia sexo-genérica», que ni siquiera fue financiada por el CONICET, explicó Facundo en una entrevista. Pero esto se propagandeó para ponernos en una situación casi ridícula, que la gente lo tomó acríticamente y quedó como una de los tantos slogans que se mandan como mecanismos de desacreditación para poner en cuestionamiento qué estudios hacemos y en qué invierte el sistema de ciencia y técnica. Eso fue utilizado políticamente para algo más de fondo, que es lo que se quiere hacer en general con la investigación en el país. Estuvimos en el ojo de la tormenta de cierto modo, pero no somos para nada el único elemento de ataque” y agregó: “El sistema de ciencia y técnica actualmente está desvalido en general, pasamos de Ministerio a Secretaría, sin ningún rasgo de política trazada, sólo el desmantelamiento del sistema de ciencia y técnica, en el cual el CONICET es una parte, porque hay que tener en cuenta que hay un montón de otros organismos que quedaron aún peor posicionados”.
Cabe destacar que las modificaciones realizadas por el actual Gobierno Nacional operan sobre un contexto en el que se habían logrado pasos muy importantes para nuestro sistema científico -contando con unanimidad de todos los bloques del Congreso Nacional-, como la sanción de la Ley de Ciencia y Tecnología (Nº 25.467) y la Ley de Financiamiento del Sistema Científico Argentino (Nº 27.614); la creación de Institutos con nuevos edificios y mejoramiento de laboratorios en todo el país; políticas federales para equipamientos (Equipar Ciencia y Construir Ciencia); programas de articulación de proyectos entre las instituciones científicas argentinas y, a su vez, de éstas con las provincias; entre otras cuestiones.
Hugo Ramos, doctor en Relaciones Internacionales e investigador; Ivana Chialva, doctora en Letras e investigadora y Manuel Berrón, doctor en Humanidades y Artes con mención en Filosofía y docente investigador se expresaron en medios locales sobre la situación actual.
Hugo Ramos afirmó que los principales problemas que enfrenta hoy la Argentina pueden abordarse con desarrollos en el área de las Ciencias Sociales: “La seguridad/inseguridad, la distribución de la riqueza, la discriminación por motivos de clase, de raza y de género. Hay un conjunto de cosas que las Ciencias Sociales proveen en términos del conocimiento de cómo funciona nuestra sociedad, que no necesariamente tienen que ser monetizados, pero que sí después pueden transformarse en políticas públicas específicas”. Además, afirmó que está en juego la posibilidad de pensar un país desarrollado con base industrial y la capacidad de consolidar la soberanía nacional: "Si uno mira cuáles son los países desarrollados en el mundo, son aquellos que han logrado construir un sistema científico tecnológico propio y la Argentina tiene las capacidades para hacerlo".
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Por su parte, Ivana Chialva y Manuel Berrón escribieron una nota de opinión en la que realizaron un paralelismo entre la extinción del yaguareté y la situación actual de las humanidades: “Somos responsables de lo que miramos y de lo que elegimos no ver. Así, al igual que con la muerte del yaguareté, el desfinanciamiento de la educación y de los organismos de ciencia y tecnología del país va dejando terreno árido. Nos empobrece y no sólo a quienes trabajamos directamente allí sino a todos los educadores de diferentes niveles (porque la educación pública y el sistema científico también es un ecosistema solidario que forma a docentes tanto de instituciones públicas como privadas) que luego educan, a su vez, con ese conocimiento nuevo producido en nuestro entorno, con nuestros intereses e inquietudes”. Además, agregaron: “No miremos para otro lado, por favor, ni nos quedemos en silencio. Con los ojos bien abiertos: por la naturaleza y la educación siempre”.
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Los becarios y becarias del CONICET, nucleados en la agrupación “Becarixs Santa Fe”, realizaron un conversatorio “Ciencia sin guardapolvos”, que contó con la presencia y disertación de Adriana Gonzalo; Betzabet Morero, doctora en Tecnología Química, investigadora en CONICET, docente de la FICH-UNL y coordinadora del eje de Energía en la ONG Trama Tierra; y Gonzalo Bailo, doctor en Derecho y becario.
Este encuentro tuvo como objetivo: “Abrir un espacio de diálogo y debate en torno a la situación actual y el devenir del sistema científico y tecnológico, entendiendo que no sólo es importante comprender dónde nos encontramos hoy sino también reflexionar qué ciencia queremos construir", indicaron desde la organización, que está compuesta por becarios y becarias de Esperanza, Rafaela, Diamante, Paraná y de la ciudad de Santa Fe.
En este sentido, Jorge Caram comentó que el grupo surgió en 2018, cuando, durante el gobierno de Mauricio Macri, empezaron a caer los ingresos de los trabajadores y trabajadoras del CONICET. Además, aseguró sobre la agrupación: “Siempre hemos cuidado que sea horizontal, que no haya representaciones políticas, sino que puede participar simplemente toda persona que asista a las asambleas y quiera darle voz, defender sus posturas, votar y llevar adelante acciones. Es un espacio diverso, plural, abierto e inclusivo” y finalizó: “Somos un conjunto de jóvenes que hacemos ciencia y nos encontramos precarizados, sin derechos laborales plenos como tiene cualquier trabajador del Estado, y eso hace que tengamos que juntarnos en esas condiciones de adversidad, pensar nuestra realidad y aprender a verla en conjunto, dentro de un sistema que ya está pre configurado antes de nuestra incorporación. Así es que hemos transitado todos estos años. Al día de hoy, nos sentimos muy orgullosos de poder haber cuidado este espacio y es lo que nos lleva a encontrarnos en este lugar, para discutir o para pensarnos en relación a no solo la ciencia que tenemos, sino pensar ¿Cuál es la ciencia que queremos?”.
Por Agustina Labath