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Investigación del INALI e IIMYC
Investigación del INALI e IIMYC / ¿Por qué declinan las poblaciones de tiburones, rayas y quimeras a nivel internacional?
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Estas especies, grupalmente conocidas como condrictios, son uno de los grupos de vertebrados más amenazados de extinción. Aproximadamente un cuarto de las poco más de 1200 especies están categorizadas como “Amenazadas” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Los Dres. Luis Lucifora, Santiago Barbini, Pablo Scarabotti y David Sabadin -el primero y el tercero, del INALI (Santa Fe); el segundo y el cuarto, del IIMYC (Mar del Plata)- brindan los principales resultados obtenidos en su investigación, que la prestigiosa revista holandesa “Reviews in Fish Biology and Fisheries” acaba de aceptar para publicación.
Rasgos biológicos y variables externas que los afectan
Se sabe que los rasgos biológicos que definen el ciclo de vida de los condrictios, por ejemplo crecimiento lento, reproducción tardía, alta longevidad y largos ciclos reproductivos, son responsables, en parte, de su vulnerabilidad. Sin embargo, una misma especie de condrictio, con las mismas características biológicas, puede mantener poblaciones viables en un país, mientras en otro está extinta. Esto hace pensar que las características sociales y de desarrollo de los países también pueden jugar un rol en la conservación de tiburones y rayas. Por eso cuantificamos la relación existente entre variables de desarrollo socioeconómico (índices de desarrollo humano, gobernanza, corrupción), de investigación científica (número de artículos científicos sobre condrictios) y de explotación (capturas pesqueras de tiburones y rayas), con el número de condrictios categorizados como “evaluados”, “amenazados”, “de preocupación menor” o “deficiente de datos” por la UICN.
Más de 1000 especies analizadas
El análisis se hizo por separado para 1062 especies de condrictios marinos en 171 países y dependencias, y para 25 especies de condrictios de agua dulce en 20 países y dependencias. Las especies de agua dulce se trataron por separado porque la evidencia actual indica que son más vulnerables al impacto humano que las especies marinas, ya que suelen tener distribución geográfica más restringida, y viven en un hábitat menor y más cercano a las poblaciones humanas que las especies marinas. Además, a diferencia de los condrictios marinos, cuya principal amenaza es la sobreexplotación pesquera, los condrictios de agua dulce sufren de otras amenazas adicionales tales como la pérdida de hábitat (por urbanización, canalización o represas, por ejemplo), la alteración del ciclo hidrológico por la construcción de represas y la contaminación. Por tal motivo, además de considerar el desarrollo socioeconómico y la investigación científica, para estas especies evaluamos también la relación entre las distintas categorías de amenaza y la densidad humana, ya que los principales factores de amenaza están directamente relacionados con la densidad de población humana.
La hipótesis
Nuestra hipótesis fue que los países con mejores indicadores de desarrollo socioeconómico, con más estudios científicos sobre condrictios y menores niveles de explotación pesquera (o menor densidad humana, en el caso de las especies dulceacuícolas) tendrán mayor conocimiento del estado de conservación de sus especies y menor cantidad de especies amenazadas de extinción.
Los resultados, las propuestas
Los resultados del análisis estadístico apoyan la hipótesis aludida, dando base científica a las siguientes medidas de conservación:
(1) Acelerar la transición hacia un mayor desarrollo socioeconómico (lo que incluye mejor gobernanza y menos corrupción, además de industrialización) es un paso positivo hacia la conservación y uso sustentable de los condrictios, en particular, y de los recursos naturales, en general. Sin embargo, la transición hacia el desarrollo debería equilibrar la conservación de la biodiversidad con el crecimiento económico, en vez de maximizar el último, como ocurre en el paradigma económico actual.
(2) La investigación científica, aún siendo básica, promueve el uso sustentable y la conservación de los condrictios, tanto marinos como de agua dulce. Los países en desarrollo deberían mantener o aumentar la inversión en ciencia para alcanzar un uso racional de sus recursos naturales. Estos resultados están en contra de la visión de autoridades de algunos países (Argentina, entre ellos) que sostienen que los científicos que publican “papers” no sirven a la sociedad.
(3) Los condrictios de agua dulce son extremadamente vulnerables al impacto humano. Para 2050, se pronostica una disminución del 70% en el número de especies “de preocupación menor” (es decir, no amenazadas). En el sudeste asiático se registra la mayor cantidad de condrictios de agua dulce amenazados de extinción, principalmente por la sobrepesca, la transformación de las llanuras aluviales para agricultura y la construcción de represas. América del Sur contiene la mayor diversidad global de condrictios de agua dulce. Los principales problemas aquí son: la sobrepesca, la modificación del ciclo hidrológico por construcción de represas y la deforestación debido al avance de la frontera agropecuaria, que modifica las llanuras aluviales.
(4) La investigación científica sobre condrictios de agua dulce, y sobre los ecosistemas de agua dulce en general, debe incrementarse. Para esto es necesario un aumento de los fondos dedicados a ese tipo de investigación. Las aguas dulces concentran una enorme biodiversidad. Por ejemplo, la mitad de las especies de peces son dulceacuícolas, a pesar de la enorme diferencia en tamaño entre el océano (representa 70% de la superficie terrestre y 90-99% del volumen habitable del planeta) y los ecosistemas dulceacuícolas. Sin embargo, a nivel global hay 19 veces más posibilidades de fondos para investigación marina que para ambientes de agua dulce.
(5) Para lograr un uso sustentable de los condrictios dulceacuícolas (y del resto de la biota de agua dulce) los países en desarrollo deberían promover el manejo a nivel de cuencas, teniendo en cuenta cuatro ejes principales: desarrollo de infraestructura (minimizando el impacto y sin promover a las represas como “energía limpia”), pesca (monitoreo de esfuerzo y capturas, y regulación), uso de la tierra (balancear el uso económico con la conservación de la biodiversidad; promover áreas protegidas focalizadas sobre ecosistemas acuáticos, no sólo terrestres), y manejo basado en evidencia científica (está claro que la investigación científica promueve el uso sustentable de los recursos naturales, por eso las decisiones sobre uso de recursos deben evaluarse en un marco científico). Por supuesto, es vital que haya transparencia en todos los procesos de toma de decisiones, involucrando a todas las partes afectadas.
Fuente: Principales resultados del trabajo: “Socio-economic development, scientific research, and exploitation explain differences in conservation status of marine and freshwater chondrichthyans among countries” (“El desarrollo socioeconómico, la investigación científica y la explotación explican las diferencias en el status de conservación de los condrictios marinos y de agua dulce entre los países”). Autores: Dres. Luis O. Lucifora*, Santiago A. Barbini**, Pablo A. Scarabotti* y David E. Sabadin**. (*) Instituto Nacional de Limnología (CONICET, UNL), Santa Fe. (**) Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (CONICET, UNMdP), Mar del Plata. Recientemente, la prestigiosa revista “Reviews in Fish Biology and Fisheries” lo aceptó para su publicación: https://link.springer.com/article/10.1007/s11160-019-09584-w
Editó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/CONICET Santa Fe).