- Noticias / Sin pausa hacia adelante. Por Mario Chiovetta, primer Director del CCT CONICET Santa Fe
15 aniversario CONICET Santa Fe
Sin pausa hacia adelante. Por Mario Chiovetta, primer Director del CCT CONICET Santa Fe
Por Mario Chiovetta, primer Director del CCT CONICET Santa Fe
Compartir en
redes sociales
La introducción de los Centros Científico-Tecnológicos, los CCT, en la estructura del CONICET en el año 2006 representó un cambio importante en la vida de las organizaciones de la investigación científica en nuestro país. Dos vocablos permiten resumir esta importancia: institucionalizar e integrar, y no es casual que ambas palabras sean verbos, rescatando las nociones de acción e inmediatez que conllevan.
Institucionalizar
A comienzos del siglo, el CONICET experimentaba un crecimiento destacado en lo que respecta a la cantidad y tamaño de sus unidades ejecutoras en todo el país. El Directorio consideró que era el momento oportuno de ordenar ese conjunto agregando el concepto de territorialidad a la idea de regionalizar la conducción. Se crean entonces los CCTs, una estructura de administración de recursos intermedia entre la Dirección existente y la conducción de cada Unidad Ejecutora.
El primer correlato de esta decisión fue un cambio en la adjudicación de los fondos. En las más de 100 unidades operativas que el CONICET tenía en 2006 distribuidas en todo el país, se hacían pedidos para personal, equipos, mejoras estructurales y otros bienes. Habitualmente, se solicitaban desde cada una, y a medida que cada unidad detectaba sus necesidades. A partir de la creación de los Centros, esas unidades ejecutoras fueron agrupadas en 11 CCTs, y la solicitud organizacional del Directorio, la máxima autoridad de nuestra institución, es que los pedidos ya no se hagan, para cada una de las unidades en forma individual, sino que se unifiquen y coordinen en cada uno de los 11 CCTs.
La estructura de organización en Centros que toman decisiones intermedias antes de llegar a la máxima autoridad, que es el Directorio, obviamente mejoró la coordinación y la eficiencia evitando duplicaciones, y permitió un panorama que garantiza la cobertura nacional de lo que se esté tratando. La intención fue clara: que cada región pueda hacer mejor sus acciones con la sociedad real que la rodea, la local, para lo que es necesario que algunas de las cuestiones que antes estaban centralizadas se descentralicen. Simultáneamente, se generaba un camino ordenado de elevación de ideas y de análisis de decisiones entre el Directorio y las unidades operativas. Como en toda organización, era necesario contar con un nivel intermedio, no masivo, de interlocutores.
Los directores de CCT representaban un consenso zonal que colectaba los pensamientos de cada región y los elevaba ordenadamente a la conducción nacional. La Universidad Nacional del Litoral y la Universidad Tecnológica Nacional contaron con un socio único y dedicado en sus emprendimientos comunes. Adicionalmente, se logró que la creación del CCT permitiera una presencia institucional clara y decisiva del CONICET en el desarrollo del Parque Tecnológico del Litoral Centro, brazo activo y fundamental en la integración.
Integrar
En la opinión de la conducción del CONICET, que es un lugar natural de ubicación para la actividad de investigación en nuestro país, se consideró adecuado hacer un esfuerzo adicional para incrementar la integración con la sociedad, el ámbito en el cual se nutren y desarrollan nuestras actividades y hacia el cual debieran dirigirse las mismas. Esto requirió una serie de aclaraciones porque “integración”, “incrementar”, seguramente son términos positivos, pero pueden generar expectativas, algunas de ellas imposibles de cumplir.
El Directorio del CONICET dejó bien en claro que un intento de incrementar la participación y la integración no alteren el principal papel del investigador: la generación de conocimiento original. La capacidad de hacer cosas a partir del conocimiento es lo que genera solidez, y esto está demostrado en el mundo. En la historia de la Humanidad y en cualquier lugar del mundo, es la generación de conocimientos la que habilita la investigación y el desarrollo. Entonces, ¿qué es lo que había que incrementar?: que se elijan y proyecten los resultados sobre la sociedad a partir esa generación de conocimientos.
En primer lugar, se propuso para los CCTs plantear mecanismos, que signifiquen una importante componente en la toma de decisiones en la elección de los grandes temas de investigación. La fijación de grandes áreas de investigación implica decidir políticas que seleccionen líneas que signifiquen la solución de necesidades o directamente mejoras para la sociedad. Y estos mecanismos deberían proveer a la autoridad política los elementos para decidir el destino de los fondos que direccionen las intenciones y los proyectos de los investigadores.
En segundo lugar, se estableció, a través de la racionalización organizativa de la institucionalización, un esquema de trabajo que mejore y aumente la calidad y cantidad de resultados que se transmiten a la sociedad, en la forma de mejor información, mejores procedimientos y mejores productos. Todo esto, a través de una actividad de aplicación de conocimientos ya desarrollados que los vuelva disponibles y útiles a la sociedad.
El CCT Santa Fe fue el primero en el país y se convirtió en un laboratorio de ensayo de la nueva estructura. Es necesario recordar que primeramente se debió con paciencia y cuidado explicar a los integrantes del CERIDE que si bien desaparecían como Centro Regional, se transformaban en la unidad administrativa del territorio regional, con las mismas responsabilidades administrativas de siempre, pero ahora nucleando y coordinando las de las unidades ejecutoras del área.
Hoy, después de 9 años fuera de la conducción del CCT y 8 fuera de las actividades del CONICET en Santa Fe, mi imagen es solamente parcial y basada fundamentalmente en mi observación del desempeño del Centro desde mis funciones como Director del CIT Formosa hasta 2018. No obstante, es obvio el crecimiento y su inserción en el medio: de las 6 unidades iniciales en 2006 el CCT cuenta a la fecha con 20 unidades y un CIT en su entramado institucional. Las empresas del Parque Tecnológico, altamente integradas al Centro son un aporte fundamental al desarrollo tecnológico de la región. Las Universidades de la zona se benefician con el alto grado de interacción científica y académica con el personal de CONICET. En fin, se ha avanzado en todos los frentes y celebro que así sea.
Naturalmente, y como el primero de los Directores de CCT en el tiempo, pienso que es necesario seguir adelante y profundizar y ensanchar los logros. Como un optimista empedernido, felicito a quienes me siguieron en la conducción del CCT y les pido que sigamos sin pausa hacia adelante.
Un enorme y caluroso saludo.
Dr. Ing. Mario G. Chiovetta. Ex-Director, CCT CONICET Santa Fe