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El incremento de la acuicultura en embalses de Brasil amenaza la biodiversidad del Río Paraná

Un investigador del CONICET participa de estudios, junto a especialistas de Brasil, que analizan los efectos ecológicos de la introducción de peces no nativos en los cuerpos de agua dulce.


Fotos;: gentileza del entrevistado.
Fotos;: gentileza del entrevistado.

 

Luis Espínola, investigador del CONICET en el Instituto nacional de Limnología (INALI, CONICET-UNL), participa de trabajos, junto con científicos brasileños, que analizan el efecto del incremento exponencial de la acuicultura en embalses de Brasil.

En este sentido, son varios los estudios que dan cuenta de políticas del actual gobierno de Brasil que amenazan la riqueza ictícola del río Paraná, a raíz del fomento de los negocios de grandes corporaciones sobre vastas regiones.

Especies no nativas en los embalses de Brasil

Una letter firmada por la investigadora brasileña Patricia Charvet y otros colaboradores de la Universidade Federal do Paraná (Brasil), publicada en la revista Science en enero pasado, señala que el cultivo de especies no nativas, principalmente la tilapia del Nilo, acarreará importantes consecuencias sociales, económicas y ecológicas, máxime, si esta práctica se potencia sin la fiscalización de los órganos estatales pertinentes.

En la misma línea, en la revista Annals of the Brazilian Academy of Sciences se publicó recientemente otra letter to the editor de la que participa Luis Espínola. En esta letter, encabezada por Rosa María Dias, investigadora brasileña de la Universidade Estadual de Maringá, se asegura que el avance de estas políticas también favorecerá otras actividades económicas con fuertes implicancias ecológicas para los ecosistemas acuáticos, tales como la minería, la energía hidroeléctrica y la agricultura. También advierte este trabajo que al quitarle los atributos de control al Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAM) se afectará la ecología acuática de Brasil y de los países vecinos.

Diversos artículos científicos realizados por especialistas brasileños –además de denuncias de organizaciones sociales y ambientales-, advierten que el desarrollo de negocios empresariales en detrimento de la naturaleza y los pueblos originarios se ha incrementado durante el gobierno de Jair Bolsonaro, jaqueando la existencia misma de la principal agencia ambiental de Brasil y, consecuentemente, la biodiversidad del propio país. De hecho, un reciente decreto federal brasileño (10.576/2020) habilita el cultivo de especies de peces no nativos en los principales embalses sin ningún tipo de control por parte de las instituciones competentes.

Amenaza ecológica para los países vecinos

Luis Espínola se explaya sobre esta problemática advirtiendo que la práctica de la acuicultura en cuerpos acuáticos es citada como el principal vector de introducción y propagador de peces no nativos. Esta situación, sin duda alguna, también afectará ecológicamente a los cuerpos de agua dulce que se hallan en territorio argentino, al igual que a los de los demás países vecinos.

Hay que tener en cuenta que el efecto que produce una especie que se torna invasora sobre el medio ambiente y sobre la fauna acuática va a depender de las características ecológicas del ambiente y de la propia especie. Esto significa que las consecuencias se empiezan a visualizar a mediano y/o largo plazo, cuando generalmente la especie no nativa ya se torna imposible de erradicar del ambiente

De acuerdo a lo que sostiene Espínola, “la acuicultura de especies no nativas y sin medidas de control representa uno de los principales vectores de introducción de especies, por lo que debe haber acciones en conjunto orientadas a evitar diversos problemas ecológicos a toda la región”. Las actuales decisiones del gobierno de Brasil –de mantenerse-, generarán daños ecológicos irremediables que impactarán en la biodiversidad acuática del conjunto de países que integran la Cuenca del Plata. En ese contexto, la Argentina se vería directamente afectada dado que muchos de los grandes embalses se encuentran en los ríos Paraná e Iguazú, pocos kilómetros aguas arriba de la frontera. Por este motivo, una posible invasión de especies causaría impactos globales sobre la fauna piscícola nativa del tramo argentino, tales como homogeneización biótica, reestructuración de la comunidad nativa, depredación, extinción y propagación de enfermedades y parásitos.

De acuerdo con el investigador, hay que prestar atención e invertir recursos para abordar todo el trabajo que se debe hacer. “Es necesario trabajar de forma holística, a escala de paisaje o con un enfoque ecosistémico de la cuenca. El control para evitar la llegada de especies no nativas debe ser responsabilidad de ambos países, ya que hay muchos actores que dependen de la pesca nativa y la llegada de una especie invasora podría ser un riesgo social, económico y ecológico de largo plazo. Los efectos no se detectan de inmediato. Todo esto impone difundir la problemática y encarar más estudios ecológicos con el fin de establecer planes de manejo destinados a detectar y erradicar la introducción de especies no nativas y así poder reducir los potenciales establecimientos y dispersiones de estas especies en nuestros cuerpos de agua”, señala Espínola.

Por Lautaro Massa – CCT Santa Fe

 

Referencia bibliográfica:

DIAS, R. M., PELICICE, F. M., TÓFOLI, R. M., ALVES, G. H. Z., LOPES, T. M., CASTELLO, L., & HELENA, L. (2021). Brazil’s leading environmental agency and aquatic biodiversity threatened by federal decree. An Acad Bras Cienc93(4), e20210175. DOI 10.1590/0001-37652021XXXX