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Ciencia y Naturaleza
Humedales: nuestros tesoros naturales que debemos cuidar
Día Mundial
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El 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales -en conmemoración a la Convención celebrada en 1971, en Ramsar –Irán-, a orillas del Mar Caspio, en Medio Oriente; donde representantes de muchos países discutieron la relevancia de los ambientes acuáticos en el mundo, la importancia del agua y de sus organismos vivos; estableciendo un acuerdo internacional tendiente a cuidar los humedales a través de su uso racional, preservando el agua y los ambientes acuáticos.
A ese grupo inicial se fueron sumando naciones hasta superar el 90% de los miembros de la ONU, comprometidos a un uso responsable y sostenible de los humedales, concretando las declaraciones del convenio mediante el establecimiento en todoe el mundo de sitios RAMSAR –que son hoy más de 2000 áreas comprometidas con el uso sustentable, la preservación y el manejo en equilibrio de la naturaleza-.
En la Argentina, respecto a los humedales, se están viviendo situaciones conflictivas entre la sociedad, sectores políticos y responsables de la gestión de los recursos-. La “Ley de Aguas”, de vital importancia, supo establecer conceptos integrales pero hoy día, por otro lado, resulta difícil acordar entre los legisladores y la sociedad en su conjunto respecto a la redacción y convalidación de una Ley de Humedales. En esta disociación de pensamientos, nuestro país ha avanzado impulsando la creación, hasta hoy, de 23 sitios RAMSAR, en torno a los que se establecen compromisos público-privados destinados al uso sostenible y sustentable, asumiendo responsabilidades tanto de la ciudadanía como de los sectores gubernamentales científico-académico, respecto a cómo llevar adelante ese manejo integral.
Hoy día, Santa Fe cuenta con tres sitios (Jaaukanigás, Humedales de la Laguna de Melincué y Delta del Paraná), con más de 700.000 hectáreas comprometidas con un manejo sostenible y responsable respecto a esta valiosa superficie para nuestro destino. Como sociedad, es clave comprender que transitamos un momento clave para entender que un humedal tiene como común denominador: el agua, elemento vital para que las comunidades biológicas, especies de plantas, algas, animales invertebrados y vertebrados como aves y mamíferos se desarrollen y eleven la riqueza y diversidad de una zona de manera significativa.
Los humedales nos brindan un sin números de beneficios que van desde lo recreativo a la provisión de alimentos y agua para las personas, los animales y el riego a cultivos, además de otros servicios más invisibles, como aquellos que permiten transformar contaminantes, captar excesos de nutrientes y carbono, proveer agua en tiempos de sequía y reunir los excesos de volúmenes en tiempos húmedos. Todos estos servicios son logrados gracias a que los humedales albergan un sin número de especies, desde bacterias y demás organismos microscópicos, hasta plantas y algas que captan energía del sol y proveen de oxígeno; invertebrados, peces y carismáticas especies de anfibios, reptiles, aves y diversos mamíferos que tanto maravillan a los observadores.
En el ámbito del CONICET Santa Fe hay diversos grupos de investigadores e investigadoras que trabajan desde el Instituto Nacional de Limnología (CONICET-UNL) -hace ya más de 60 años- y también desde el CICYTTP (CONICET-UADER-Pcia. de Entre Ríos), con la misión de estudiar los humedales de Argentina -continental e insular antártica-, como así también de otros sitios del mundo. Estos institutos y otros de nuestra región y del país, también aportan estudios para comprender la riqueza de estos tesoros naturales que nos rodean.
Nuestro país es parte del Convenio Ramsar desde 1992, por lo que se ha comprometido a conservar y utilizar de manera sostenible sus humedales para aportar a la conservación global, incluyendo la protección de estos valiosos ecosistemas que también existen en zonas Altoandinas y Puneñas, con numerosos humedales claves para la conservación de aves acuáticas, entre otras especies.
Parte del esfuerzo por cuidar nuestra naturaleza pasa por conocerla, por lo que es fundamental basarse en el conocimiento científico sobre sus características, potencialidades y amenazas. Sobre ello, diversos equipos de técnicos, investigadores e investigadoras del CONICET trabajan en los humedales de nuestro país y en diversas líneas, con proyectos en marcha que suponen esfuerzos y capacidades dedicadas a incrementar el conocimiento con el objetivo de valorar los humedales que son parte de nuestra historia y de nuestra cultura y nos proveen innumerables recursos de un valor económico y ecológico incalculable.
Los humedales son nuestros y son un tesoro de la naturaleza que aprovechamos y disfrutamos y que debemos conocer para cuidarlos responsablemente.