- Noticias / Conmemorar el 10 de abril como una muestra de resiliencia
DIA DEL INVESTIGADOR Y LA INVESTIGADORA CIENTIFICA
Conmemorar el 10 de abril como una muestra de resiliencia
“Es importante, en este contexto, conmemorar igualmente el 10 de abril, más que nada como una muestra de resiliencia”, esta frase es parte de la reflexión del matemático Rubén Spies -en el marco del Día del Investigador y la Investigadora Científica-, a seis meses de haber asumido la dirección del CONICET Santa Fe.
Compartir en
redes sociales


Cada 10 de abril celebramos en nuestro país el Día del Investigador y de la Investigadora Científica, para recordar el natalicio de Bernardo Houssay -Premio Nobel de Fisiología y Medicina- quien presidiera los destinos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICET) en sus inicios en 1958. Siguiendo el hilo de esta historia, a nivel local, en 1962 el Consejo crea el primer centro en el interior del país: el INALI (CONICET-UNL), a orillas del Río Salado en la ciudad de Santo Tomé.
Seis décadas más tarde, el CONICET Santa Fe organiza en la región -junto a las universidades y organismos públicos- el trabajo científico tecnológico de 21 Institutos, desde el centro norte de Santa Fe hasta la provincia de Entre Ríos, que congregan a más de 1.500 personas -científicos/as, profesionales, técnicos/as, becarios/as y personal administrativo- quienes abordan diariamente múltiples temáticas que hacen a la construcción de nuevos saberes y la elaboración de respuestas frente a las problemáticas y necesidades de nuestro país.
En octubre de 2024 los directores y directoras de los centros que integran el CONICET Santa Fe, eligieron a Rubén Spies -entonces máxima autoridad del Instituto de Matemática Aplicada del Litoral -IMAL, (CONICET-UNL), como nuevo director del organismo, quien se propuso asumir este desafío con el principal objetivo de “mantener el barco a flote” frente a la turbulencia e incertidumbre que generan las políticas del gobierno actual para el sector.
¿En el Día del Investigador y la Investigadora Científica, cuál es su mensaje para la comunidad?
Hay una frase que yo uso siempre, especialmente en este contexto de desfinanciamiento: ´Los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico-tecnológico y los países pobres lo siguen siendo porque no lo hacen. La ciencia no es cara, cara es la ignorancia (Bernardo Houssay)´. ¡Vaya forma de resumir lo que nos pasa ahora!
El financiamiento en ciencia y tecnología, como porcentaje del PBI, está en mínimos históricos y en caída libre. Se estima que este año no va a llegar al 0,15%. No hay antecedente cercano. El año pasado estuvo alrededor del 0,2% y la proyección este año es que sea mucho menor. Yo creo que estamos viviendo tiempos muy tristes y trágicos. La comunidad en general, la sociedad en general, no se está dando cuenta de lo grave que va a ser esto a mediano y largo plazo.
¿Cuál es el estado de situación de los ingresos al CONICET?
El sistema está viviendo épocas realmente muy complicadas. El sistema se nutre de ingresos en todos los estamentos, de becarios, de investigadores, de personal de apoyo. Y la asfixia es gradual en todos los estamentos. No hay ingresos en ninguno de ellos.
En la carrera del investigador científico hay aproximadamente 850 personas que han pasado por todas las instancias de evaluación pero no ingresan. ¿Y esto qué significa para el sistema? Hay un corte abrupto en la pirámide. Esa gente es la gente que debería reemplazarnos en el futuro cercano. Entonces, ¿qué va a pasar? Quizás no vemos ahora los efectos, pero pronto lo vamos a empezar a sentir.
En el CONICET Santa Fe, este año, en el área de la administración, 11 personas van a presentar los papeles para jubilarse. Son puestos que no se reponen, puestos clave – en áreas tales como tesorería, compras, recursos humanos-, y el trabajo que hace esa gente recae sobre los que quedan, lo cual es muy estresante. En el caso de los contratados -Art.9- todavía no han recibido la renovación de su contrato, o sea, tenemos gente que el día de hoy está trabajando sin saber si tiene un contrato de trabajo vigente., Aquí tenemos 35 casos. Lamentablemente las perspectivas son grises por donde se mire.
Nosotros conformamos una red de directores de Centros Científicos Tecnológicos -17 en todo el país- donde estamos continuamente comunicados, delineando estrategias para ver qué hacemos, pero es chocar siempre con una pared. La respuesta que tenemos es que no hay voluntad política para dar ingreso a nada.
¿El fenómeno denominado “fuga de cerebros”, es nuevamente una realidad?
Mientras más dure esta tormenta, claramente mayor va a ser el daño. Hay gente que decide: “bueno, yo creo que esta tormenta va a durar mucho y entonces me voy a ir a otro lado donde me sienta más seguro”. Son personas que hemos formado en nuestra universidad pública, en nuestras escuelas públicas, con becas de CONICET con el dinero de todos los argentinos y que se están yendo. Los estamos exportando a costo cero. Formar un investigador lleva entre 10 y 15 años. Y los países del primer mundo, agradecidísimos porque les entregamos a costo cero profesionales y científicos de primer nivel, gente muy formada.
¿Y los salarios?
Ni hablemos, desde comienzos de la gestión actual los salarios de todo el personal del CONICET han caído alrededor del 40% en términos reales.
¿Qué fondos están recibiendo para llevar adelante los proyectos de investigación?
La mayor parte del financiamiento para los proyectos de investigación dentro del sistema científico provenía de lo que era la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ex-Ministerio de Ciencia y Tecnología), que ahora está totalmente muerta. Al respecto, hay un tema candente, complicado, que no sabemos cómo se va a resolver: hay 50 millones de dólares que llegaron, otorgados por el BID, destinados para la investigación científica, y que nadie sabe dónde está ese dinero. Hace muy poco tiempo, un grupo de 2 mil científicos presentaron una denuncia ante el BID por ese motivo. Por ejemplo, los proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) que daba la Agencia, en la convocatoria 2022, se aprobaron -al CONICET Santa Fe- exactamente 90, pero ninguno de ellos está siendo financiado.
De todos modos, encuentro muy importante destacar que tenemos la suerte de estar en una provincia que entiende muy bien la importancia de la investigación y la ciencia. En efecto, actualmente buena parte del financiamiento que tenemos para mantener algunos proyectos de investigación a flote, vienen de iniciativas de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia de Santa Fe.
¿Y para los gastos de funcionamiento, con qué presupuesto se cuenta?
La situación presupuestaria es bastante complicada. Tenemos garantizado el presupuesto reconducido del 2024. O sea, lo que tenemos prometido es exactamente lo mismo que recibimos en año pasado -suponiendo inflación cero, lo cual no es cierto-. Entonces, no llegaremos a fin de año. Con eso quizás lleguemos a agosto, septiembre, no lo sé, pero lo que estamos viendo es incrementos muy grandes en muchos de los servicios y eso hace que las perspectivas sean cada vez más cortas.
A pesar de eso, hay muchas cosas importantes que seguimos haciendo, algunas de las cuales fueron heredadas de gestiones anteriores. Entre ellas, y precisamente con la ayuda de un susidio de la Provincia, estamos comenzando las obras para la colocación de dos estructuras de paneles solares (de 35 y 15 kW) dentro del Predio CONICET “Dr. Alberto Cassano”. También estamos gestionando la compra al exterior de tres equipos grandes que vendrían unidades ejecutoras del CCT. Pero aún eso, está muy complicado.
¿Cuál es la salida, el futuro?
No veo a este gobierno con intenciones siquiera de sentarse a dialogar, a pensar, a discutir. Por el contrario, hay dos factores que desde mi punto de vista se conjugan, que son la soberbia y la ignorancia. Esos dos factores son terribles. Y, como decía San Martín, “la soberbia es una enfermedad que afecta a algunos mortales cuando se encuentran de repente con una miserable cuota de poder”. Esto se ve mucho ahora. El desprecio por todo el sistema científico y el uso mendaz de ciertas estrategias para conseguir la adhesión de una parte de la sociedad que ignora completamente cómo funciona el sistema, es muy perverso. Encuentro oportuno recordar que según el ranking SCIMAGO, en 2024, el CONICET mantiene su primera ubicación como institución gubernamental de ciencia de Latinoamérica. Asimismo, CONICET se ubica en el puesto 20 entre 1870 instituciones gubernamentales dedicadas a la investigación de todo el mundo. Eso no se consigue sino con ciencia, y científicos de primer nivel.
Podemos sentarnos a dialogar para consensuar qué queremos priorizar, qué investigación queremos hacer y qué no. Hay áreas de investigación que están muy avanzadas en la Argentina. Hay muchos los ejemplos: la ingeniería nuclear, aunque no da lugar a discusión, está totalmente desfinanciada; producción de satélites, somos el único país de Latinoamérica que tiene producción propia, con 39 satélites en órbita, la gran mayoría de producción nacional; producción de baterías de litio, único país de Latinoamérica que las produce, eso también está todo parado por falta de financiamiento.
Santa Fe es uno de los polos científicos más importantes del país, por lejos. Me resulta imposible de concebir que a esta altura de la civilización estemos discutiendo si es importante o no hacer ciencia y tecnología. Es increíble que como país todavía no hayamos aprendido de nuestra historia y del resto del mundo. Eso me preocupa muchísimo y espero que en algún momento cambiemos, que esto se revierta y entendamos que ciencia es soberanía.
Cuando esta tormenta pase, los que aún estemos saldremos a ver qué quedó y qué se puede reconstruir y cómo podemos avanzar y reconstruir lo que se haya destruido.
Ruben Spies. Investigador Principal de CONICET y Profesor Titular de la UNL
“Empecé mi carrera como matemático en Santa Fe, después me fui a Estados Unidos, donde estuve varios años. Terminé mi doctorado en matemática en el año 1992. Siempre tuve predilección, atracción, por temas aplicados. A principio de este siglo tuve el privilegio de trabajar durante varios años, tres o cuatro meses al año, en Estados Unidos, con un grupo de investigadores en un proyecto financiado por la NASA en problemas relacionados con el modelado, diseño y control de las antenas del Telescopio Espacial James Webb, que fue puesto en órbita en diciembre de 2021 y que actualmente está revolucionando nuestro conocimiento del universo. Ahora trabajo en el área de problemas inversos, que es una rama dentro de la matemática que, en líneas muy generales, trata de encontrar las causas o las fuentes de un efecto observado. Es un área con una amplia variedad de aplicaciones que van desde la medicina, la tomografía computada, reconstrucción de imágenes satelitales, interfases cerebro-computadora, etc.
María Soledad Zanuttini. Investigadora en el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (INCAPE, CONICET-UNL) - docente FIQ-UNL.
Conmemorar este día nos brinda una oportunidad para reflexionar sobre el impacto de la ciencia y la investigación en la vida cotidiana y reconocer su papel fundamental en la transformación de la sociedad. Además, nos permite visibilizar los desafíos que enfrenta la comunidad científica hoy en día en Argentina y resaltar la necesidad de que el país valore y promueva el desarrollo del conocimiento en beneficio del bien común.
Desde mi perspectiva, pienso celebrar este día para reivindicar la participación de las mujeres en la ciencia y poner en valor el trabajo de las investigadoras, en particular las vinculadas a la ingeniería y la tecnología, disciplinas en las que históricamente han enfrentado mayores barreras estructurales.
Celebro este día reafirmando el compromiso con una ciencia libre de sesgos, con impacto social y con oportunidades para todas las personas que desean contribuir al conocimiento.
Soy Ingeniera Química y Doctora en Ingeniería Química y desde hace 10 años soy investigadora del CONICET en el INCAPE. Trabajo en el desarrollo de procesos catalíticos para la producción de biocombustibles de 2da. y 3era. generación, en valorización de productos derivados de biomasa, en simulación de procesos y en ingeniería de la seguridad de procesos.
Esteban Robaina. Personal de Apoyo a la Investigación en el Instituto de Desarrollo y Diseño (INGAR, CONICET-UTN) - docente FBC-UNL
La conmemoración implica visibilizar y divulgar la tarea de los trabajadores del sistema de CyT, investigadores, tecnólogos, técnicos y administrativos, de manera que la sociedad sepa qué estamos haciendo en las distintas áreas del conocimiento.
El desarrollo científico y tecnológico es una herramienta de transformación y crecimiento para los países, así fué a lo largo de la historia, mejorando la calidad de vida, desarrollando nuevos productos, estudiando las dinámicas y problemáticas sociales para encontrar las mejores soluciones, entre otros temas.
En más de 30 años en CONICET, me he dedicado a la transferencia de tecnología en el área de ingeniería, esto es, a partir de proyectos de investigación buscar cómo se aplica para resolver problemas de las industrias, desde temas ambientales hasta mejoras de procesos y productos.
Diana Alberto. Personal de Apoyo a la Investigación en el Instituto Nacional de Limnología (INALI, CONICET-UNL).
Detrás cada avance científico hay equipos interdisciplinarios, técnicos, becarios y profesionales que aportan su granito de arena desde sus roles y capacidades. Conmemorar este día nos recuerda que la investigación es una tarea colaborativa, esencial para generar soluciones innovadoras frente a los desafíos que enfrenta nuestra sociedad.
Como miembro de la Carrera del Personal de Apoyo, mi trabajo es colaborar en las tareas de laboratorio y bioensayos, en el marco de diferentes proyectos de investigación.
Participo en muestreos limnológicos, medición in situ de parámetros físico-químicos, recolección y análisis de muestras, procesamiento de datos y elaboración de informes. También participo en servicios de asistencia técnica a terceros y en actividades de comunicación de la ciencia. Además, luego de capacitarme, estoy a cargo del Laboratorio de Histología. Mi rol es un eslabón en una cadena, cada eslabón es clave para que los proyectos avancen y sus resultados lleguen a la sociedad. Sin la coordinación entre áreas, la ciencia no podría responder a las preguntas complejas que nos plantea el ambiente, la salud o la tecnología.
María Florencia Rey. Becaria CONICET en el Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (IHUCSO Litoral, CONICET-UNL).
En el día del investigador/a me gustaría compartir algunas reflexiones que surgen tanto de la práctica diaria como del intercambio con compañerxs becarixs e investigadorxs.
Ante todo, me parece importante recordar(nos) que investigar es trabajar. Sí, sabemos que el trabajo científico tiene sus particularidades que lo diferencian de otras labores, pero también tiene semejanzas. Ser investigadorxs nos hace parte de la clase “que vive del trabajo”. Por eso considero que, en este contexto, signado por el desguace del sistema científico y por los discursos anti-ciencia, necesitamos organizarnos, no sólo para sostener el sistema que nos permite seguir viviendo de nuestro trabajo, sino también para luchar por esa ciencia en la que creemos: pública, soberana y al servicio de la sociedad.
Sobre mi tema de investigación: abordo las relaciones de género en el trabajo sindical. Con ese objetivo, me dedico a realizar un estudio cualitativo basado en entrevistas, observaciones y análisis documental.
Hugo Ramos. Investigador CONICET en el Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (IHUCSO Litoral, CONICET-UNL) - docente FHUC-UNL.
Recordar la fecha es atender al altísimo nivel de desarrollo científico de nuestro país, que claramente no guarda una relación directa con los problemas y el nivel de desarrollo económico de la Argentina. Planteado en otros términos: tenemos una ciencia de primerísimo nivel en términos globales, lo cual es algo más que necesario recordar. En estrecha relación, tenemos que preguntarnos cómo ha sido posible alcanzar ese nivel de excelencia en un país que recurrentemente ha experimentado profundas crisis. Y creo que aquí aparece el esfuerzo colectivo y persistente de la comunidad científica argentina, que ha logrado sostener aún en las condiciones más adversas líneas de investigación y centros de desarrollo científico-tecnológico muy relevantes para el país. Asimismo, también se vislumbra el apoyo a largo plazo de la sociedad argentina hacia los científicos y las científicas, que se ha expresado muchas veces en términos de la preocupación por lo que se llama la “fuga de cerebros”, o en el acompañamiento en sus reclamos por mejoras salariales, por insumos o por espacios adecuados para el desempeño de su trabajo. Se podría decir que -aún con las dificultades económicas que experimentó de forma reiterada nuestro país-, existió hasta la actualidad un consenso básico en que la ciencia era un elemento central para el desarrollo general del país y que ese elemento debía ser sostenido y fortalecido, en particular en lo que refiere al financiamiento público de las investigaciones. Esto es un poco lo que se ha quebrado en la actualidad y creo que la fecha, el 10 de abril, tiene que servirnos para volver a sedimentar, a cimentar, ese apoyo que es indispensable para que la Argentina siga siendo un referente científico mundial.
Trabajo con un equipo interdisciplinario compuesto por sociólogos, politólogos e historiadores interesados (y preocupados) en las dinámicas actuales de nuestra democracia. Estudiando a uno de los actores centrales de las democracias occidentales, como lo son los partidos. Uno puede avanzar en identificar dónde se encuentran algunos de sus “nudos” problemáticos, así como advertir de la necesidad de profundizar nuestros análisis sobre la complejidad actual de nuestras sociedades.
Lucrecia Valldeneu. Personal de Apoyo a la Investigación en el Instituto Nacional de Limnología (INALI, CONICET-UNL).
Conmemorar el Día del Investigador Científico en Argentina es importante porque permite reconocer el trabajo y la dedicación de quienes se esfuerzan por generar conocimiento, resolver problemas de la sociedad y mejorar nuestra calidad de vida. Esta fecha nos recuerda el valor de la ciencia como motor de desarrollo, innovación y soberanía para el país. Además, es una oportunidad para acercar la ciencia a la comunidad y destacar su impacto en la vida cotidiana. Es necesario comprender el valioso rol que cumple en el CONICET el Personal de Apoyo, que abarca una diversidad de responsabilidades fundamentales para el funcionamiento eficiente y exitoso de los proyectos científicos, así como también para la prestación de servicios a otras instituciones o a terceros que lo requieran.
Entre algunas de las tareas que desarrollamos -como Personal de Apoyo en el INALI-, se destacan la colaboración en la coordinación y logística en muestreos limnológicos, recolección y procesamiento de muestras en campo, mantenimiento de equipos, optimización de técnicas de laboratorio, secretaría de dirección, coordinación de servicios a terceros; gestión y ejecución de fondos, elaboración de presupuestos, actualización del sitio web y mantenimiento de embarcaciones, vehículos, material de muestreo y edilicio.
Tomás Leschiutta. Becario CONICET en el Centro de Investigación en Métodos Computacionales (CIMEC, CONICET-UNL).
Como integrantes de la sociedad, que apoya en nuestra labor: ¿cuántas veces nos hemos planteado cuál es el aporte real que hacemos a ella? ¿Somos conscientes de ello? ¿Realmente nuestros avances llegan a nuestra Nación? Estas preguntas críticas creo que son el ejercicio necesario no solo para revalorizar nuestra labor, sino además para ser conscientes de la responsabilidad de nuestros desarrollos y el deber moral de que los mismos lleguen al pueblo argentino.
Me dedico a la simulación numérica mediante CFD de turbomaquinaria. Actualmente, enfocado a sistemas incompresibles, como ser bombas y turbinas hidráulicas. Soy ingeniero mecánico de la UTN y actualmente estoy realizando el doctorado en ingeniería mención Mecánica Computacional.